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¿Utilizar pladur o ladrillo en las reformas de tu piso?

pladur o ladrillo

A la hora de afrontar una reforma, surge la gran pregunta: ¿pladur o ladrillo? Ambos materiales se utilizan para dividir espacios interiores, pero ofrecen soluciones muy diferentes en las reformas de viviendas modernas. Comprender en profundidad las ventajas, usos y limitaciones de cada sistema te ayudará a diseñar la distribución perfecta y a optimizar la eficiencia y el confort de tu hogar.

El pladur ofrece versatilidad y rapidez en las reformas interiores

El pladur, también conocido como cartón yeso o drywall, se ha posicionado como uno de los sistemas constructivos más empleados en reformas integrales de hogares. De hecho, se compone de placas prefabricadas de yeso entre capas de cartón, que se instalan sobre una estructura metálica ligera. Por ello, esta solución es ideal para quienes buscan una ejecución de obra ágil, limpia y versátil.

Entre los principales beneficios de utilizar el pladur destacan:

  • Rapidez de instalación: Las placas de pladur se colocan de forma sencilla y rápida, lo que reduce los tiempos de obra y el impacto en tu día a día.
  • Ligereza estructural: Al ser más liviano que los materiales tradicionales, el pladur permite aligerar la carga sobre la estructura existente. Es perfecto en rehabilitaciones y viviendas donde no conviene sobrecargar forjados.
  • Aislamiento acústico y térmico: Gracias al hueco interior, se puede añadir distintos tipos de aislamientos entre placas, logrando un confort extra frente al ruido y los cambios de temperatura.
  • Acabados perfectos: Su superficie lisa facilita la aplicación de pintura o papel, y existen placas especiales resistentes a la humedad, ideales para baños y cocinas.

Limitaciones a tener en cuenta en las reformas con pladur

No obstante, no todo son ventajas. El pladur presenta algunas limitaciones importantes que hay que considerar en el proyecto:

  • Menor resistencia estructural: Aunque es suficientemente robusto para uso residencial, no soporta grandes cargas. Para fijar muebles pesados o armarios suspendidos, será necesario reforzar la perfilería.
  • Sensibilidad a los impactos: El pladur puede dañarse con golpes fuertes o perforaciones, requiriendo pequeñas reparaciones eventualmente.
  • Humedad extrema: Aunque existen placas resistentes, el pladur no está recomendado para zonas en contacto constante con agua.

Elegir el ladrillo es optar por solidez y tradición en la construcción interior

Por otro lado, el ladrillo (en formato hueco simple o doble) sigue siendo la base de las tabiquerías convencionales. Fabricado con arcilla cocida, destaca por su resistencia y durabilidad, cualidades que aún lo hacen preferido en reformas integrales que demandan robustez y aislamiento.

Algunas ventajas del ladrillo en tabiquería interior son:

  • Gran capacidad de carga: Permite colocar muebles pesados o colgar estanterías sin refuerzos adicionales.
  • Aislamiento térmico y acústico: El ladrillo de hueco doble ofrece mejor aislamiento que el simple, siendo recomendable en zonas ruidosas o con grandes diferencias térmicas.
  • Durabilidad: Es resistente a la humedad eventual y soporta muy bien el paso del tiempo.
  • Versatilidad de acabados: Se puede enlucir, alicatar o pintar, adaptándose a cualquier estilo decorativo.

Sin embargo, la tabiquería de ladrillo requiere más tiempo de ejecución y genera más residuo de obra. Por esta razón, en proyectos donde la gestión del tiempo y la limpieza resultan prioritarios, el pladur suele ganar la partida.

Diferencias clave entre pladur y ladrillo

A la hora de decidir entre pladur y ladrillo, conviene analizar los principales factores que marcarán la diferencia en tu reforma:

  • Tiempo y limpieza: El pladur permite construir paredes rápidamente y apenas genera polvo, mientras que el ladrillo es más lento y laborioso.
  • Peso y estructura: El pladur es mucho más liviano; en viviendas antiguas, ayuda a no sobrecargar estructuras.
  • Capacidad de carga: El ladrillo soporta más peso y es mejor opción para paredes que deban alojar muebles suspendidos o instalaciones pesadas.
  • Aislamiento: Ambos ofrecen buen rendimiento, pero el ladrillo doble sigue siendo imbatible en aislamiento acústico y térmico.
  • Flexibilidad: El pladur es más fácil de modificar, reparar o redistribuir en futuras reformas.

¿Qué material elegir para tu reforma: pladur o ladrillo?

Ambos materiales tienen su lugar en las reformas modernas, y la elección entre pladur o ladrillo depende de tus necesidades, el tipo de uso de la pared y las prestaciones que exija tu vivienda. El pladur reina en reformas con requisitos de rapidez, limpieza y flexibilidad, mientras que el ladrillo asegura robustez y una mayor vida útil en zonas de uso intensivo.

Recuerda que, para maximizar las ventajas y minimizar las desventajas, lo ideal es contar con el asesoramiento de un equipo especializado en reformas integrales que analice cada caso y proponga la solución más eficiente para tu proyecto.

¿Tienes dudas o te gustaría saber cuál es la opción ideal para tu reforma? Contacta con nosotros y descubre cómo optimizar los espacios de tu vivienda apostando por el material que mejor se adapte a tus necesidades.