Una tarima con capa noble es un tipo de revestimiento de suelo que fusiona autenticidad y costos más accesibles. Su capa superior, conocida como «capa noble», está compuesta por madera maciza de especies como roble, nogal, cerezo o haya. Esta capa proporciona la estética genuina de la madera maciza, mientras que la base generalmente consiste en materiales más económicos, como contrachapado o aglomerado. Esta combinación permite mantener la autenticidad visual sin incurrir en los mismos costos que las tarimas de madera maciza.

Las maderas más comunes para la capa noble varían en función de las preferencias estéticas y la disponibilidad regional. El roble es particularmente popular por su resistencia y variedad de tonalidades. El nogal ofrece tonos oscuros y ricos, mientras que el cerezo presenta una apariencia cálida y lujosa. La haya es conocida por su grano uniforme y tonalidades claras.

Los cuidados necesarios para tarimas con capa noble son similares a los de las tarimas de madera natural. Se recomienda una limpieza regular con productos específicos para suelos de madera y evitar el exceso de humedad. Aunque la capa noble permite el lijado y barnizado, la frecuencia dependerá del uso y los cuidados proporcionados. Proteger la tarima de la exposición directa a la luz solar y evitar arrastrar objetos pesados ​​ayudará a preservar su apariencia.

La duración de las tarimas con capa noble depende de varios factores, como la calidad de la capa noble, el grosor total de la tarima y los cuidados proporcionados. En condiciones adecuadas y con mantenimiento regular, estas tarimas pueden durar décadas. La posibilidad de lijar y barnizar permite renovar su apariencia, extendiendo su vida útil. La durabilidad también se ve influenciada por el uso y la resistencia a rayones, lo que varía según la especie de madera utilizada.

En resumen, una tarima con capa noble ofrece una alternativa equilibrada entre la autenticidad de la madera maciza y la asequibilidad. Las maderas comunes para la capa noble incluyen roble, nogal, cerezo y haya. Los cuidados necesarios son similares a los de las tarimas de madera natural, y la duración puede ser significativa con el mantenimiento adecuado, brindando una opción estética y duradera para aquellos que buscan el equilibrio entre calidad y costos.