En este piso de 42 m², nos enfrentamos a un auténtico reto de diseño y distribución. Esto se debe a que tuvimos que cambiar por completo la configuración original de la vivienda para adaptarla a una vida moderna y cómoda, pese a ser una quinta planta sin ascensor en calle Garellano.

Proyectos donde reorganizamos, además de reformar

El proyecto consistió en reorganizar todo el espacio con una idea clara: a la izquierda, crear un dormitorio único con baño en suite y vestidor, integrando todo en un solo ambiente para favorecer la comodidad y la privacidad. A la derecha, diseñamos una amplia zona de salón, cocina abierta y acceso a la terraza, buscando siempre la mayor entrada de luz natural y la mejor conexión entre los diferentes ambientes.

Uno de los principales focos fue disminuir la sensación de piso pequeño clásico de Madrid y, al mismo tiempo, maximizar la capacidad de almacenaje sin sobrecargar los espacios. Apostamos por soluciones de almacenaje a medida y acabados claros, que potencian la luminosidad y la amplitud visual. Además, cada elemento decorativo y de interiorismo se eligió estratégicamente para generar ese efecto “wow” nada más entrar, haciendo olvidar que se trata de una vivienda en la última planta sin ascensor.

Vivir a lo grande en una quinta planta, reinventando espacios en el corazón de Tetuán

El resultado fue una vivienda funcional, fresca y contemporánea, con personalidad propia y atractiva tanto para vivir como para invertir, que demuestra cómo el buen diseño puede convertir cualquier limitación en una auténtica oportunidad.